Pues bien, la inquietud no resultó nada fácil de resolver. Respuestas iban y venían y de todo se oyo entre el grupo de estudiantes de tercer semestre de periodismo de la Universidad de La Sabana. Los que respondieron sí argumentaron que sí se podía sacar si era una figura pública: " la gente pública se tiene que cuidar", otros dijeron "eso no pasa nada". Y los del no esgrimían razones como: "el señor está en el balcón de su casa, es su vida privada, por lo tanto, no se puede sacar esa toma en televisión".
Resultó un tema nada fácil de conciliar entre los estudiantes, pero bien, intentemos dilucidar un poco este interrogante:
1) El derecho a la privacidad es tan importante como el derecho a la información.
2) Si la persona le dice al camarógrafo que no quiere ser tomado por su lente, NO PUEDE SER TOMADO Y POR LO TANTO NO PUEDE SER PUBLICADO.
3) Si no es una persona pública, no es óbice para publicarlo, con tal que no se muestre una imagen grotesca de la persona o de mal gusto.
4) Si es una persona pública no significa que sí se pueda sacar inmediatamente, hay que pensar lo siguiente: Esto qué bien le hace a mi audiencia, esa imagen qué le aporta a
a los televidentes, y lo más importante qué beneficio le trae a esta persona que estamos sacando en televisión.